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Serie: Libertinos

 

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Lady Tessa Lockwood no tiene muchas posibilidades en su próxima presentación en sociedad. No es una joven destaque por su fulgurante belleza, y el título que ostenta su padre no es prestigioso. Aún así tiene el firme propósito de cumplir con objetivo: hacer un buen matrimonio para sacar a su familia de la ruina y desidia en la que se encuentra.


Malcolm Archivald, marqués de Alberton, es un conocido libertino. En los salones de baile las madres esconden a las debutantes cuando él acude, cosa que le divierte enormemente. No tiene ninguna intención de unirse por el vínculo del matrimonio , pese a los esfuerzos de su abuela, que está empeñada en buscarle esposa.

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Lady Helena Watson regresa a Londres para la boda de su prima sin demasiados ánimos. Meses antes partió del mismo puerto al que se dirige con la esperanza de huir de un amor no correspondido. No tardo en descubrir que su empeño era inútil porque sus sentimientos y todo el dolor la acompañaría durante su viaje por Europa. Ahora debe regresar a su vida y enfrentarse al hombre que rompió su corazón.

James Brayton, marqués de Blachwell, es un reputado libertino, pero desde hace meses solo se dedica a beber y ha perdido todo interés por el género femenino. Una desafortunada noche es atracado y herido. Ese incidente le hace replantearse su vida y es cuando decide embarcarse en un proyecto que siempre sobrevoló en su cabeza y que está dispuesto a llevar adelante, aferrándose a él como a una tabla de salvación. 

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Beatrice Alcott, condesa viuda Deveraux, ha dedicado los últimos meses a emparejar a sus mejores amigos con sus parejas ideales, pero su mundo se complica cuando Oliver Feton, primo de su difunto esposo, entra en escena. Este hombre despierta su pasión, pero también su genio. Aunque él hace vibrar su cuerpo y su corazón, Beatrice no está dispuesta a ceder su libertad tan fácilmente.


Oliver Feton, el conde Edevane, lleva una vida tranquila en el campo hasta que la muerte de su abuelo lo lleva de vuelta a Londres. A pesar de sus intentos por acercarse a la condesa Deveraux, la mujer por la que siempre se sintió atraído, ella lo rechaza y lo aparta de su lado.
 

Trilogía: Despertar

 

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Tras la trágica muerte de su padre, Lucien Winfield se convierte en el nuevo Marqués Exmond. Y como tal se ve obligado a cumplir con las exigencias que reporta tal cargo, entre ellas, el matrimonio.


Deslumbrado por la belleza de la joven Penélope Bradford, cree haber encontrado en ella, el amor que alguna vez imaginó que formaría parte de su vida, y así poder cumplir con lo que establece la sociedad a la cual pertenece, asegurándose también la perpetuación del título familiar a través de sus descendientes.


Cuando Maryanne conoce al Marqués, a pesar de su inocencia, no puede evitar sentir atracción hacia su persona, lo cual solo le reporta culpabilidad por enamorarse del hombre que es el prometido de su hermana.
 

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El Capitán, Robert Newman, ha logrado el objetivo que ha obsesionado a lo largo de su vida; ser el propietario de la propiedad de una nave y codearse con la sociedad de alta sociedad.


Pero no hay capacidad capaz de lidiar con las miradas despectivas que el prodigan en las salas de baile. Creando, erróneamente, que es debido a su falta de sangre azul decida aceptar la proposición de un Conde, que ofrece la mano de su hija a cambio del ansiado. 


Tricia, hija del conde Richmond, es una joven rebelde y alocada. En los últimos tiempos su alegría se ha disipado gracias al comportamiento desastroso de su padre, que ha dilapidado la herencia familiar dejándolos en la ruina.

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Justin Sinclair no ha tenido una infancia fácil, aunque con el paso de los años ha logrado todo lo que no tuvo en su niñez. A pesar de tener dinero, amigos y todas las diversiones que le aporta su negocio, el prostíbulo más reputado de Londres, el deseo de venganza contra su padre, un conocido noble, no ha menguado.

 

Tras la muerte de su abuelo materno hereda el título de la familia. Sin importarle ni un ápice a quién tenga que llevarse por delante, ni siquiera la joven e inocente señorita Laverton, no cejará en su empeño de acometer su venganza contra su progenitor en su propio terreno, la alta sociedad.

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